La Libertad no se opone a la Igualdad.
En el circo de la mal llamada política, ya saben, esta acepción triste que se remite al mero ejercicio del control de la población por parte de la Meta Élite y su mecanismo de los partidos, lo que se denomina «las izquierdas» es vinculado a la Igualdad y a lo que se da en llamar «las derechas», se lo relaciona con la Libertad, pretendiéndose que ambos sectores así atrincherados, yerguen sus banderas sobre tales principios.
Océanos de tinta y kilómetros de cuerdas vocales de por medio, lo cierto es que los muy pocos siempre se las han arreglado para prevalecer, dominando a las inmensas mayorías.
Y la fórmula sigue siendo la misma.
Así como el control de la economía lo tiene el dueño de la fábrica de dinero y sus órganos asociados -indistintamente del régimen político- la misma entidad controla también a los Pueblos, haciéndoles creer que existen personas mejores que otras…, y resignarse por tanto a tener que pelear por su tajada del pastel.
El tercer principio que se hiciera famoso en la revolución francesa es el de la Fraternidad, menos recurrido por las corrientes políticas oficiales, por guardarse más bien para los espacios íntimos de las Élites que controlan el devenir de la cotidianidad pública, a través de sus testaferros, su brazo operativo visible.
Las Naciones han sido engañadas de muchas maneras por las Élites que se afanan en controlarlas, mas uno de los mayores engaños es sin duda hacerles creer que son incapaces de generar su propio sistema de organización y funcionamiento, su gobernanza.
Hasta hoy los Pueblos, en mayor o menor medida, siguen dócilmente las indicaciones de sus respectivas Élites -ramas locales de la Meta Élite mundial- en la creencia falaz de que las mismas se ocuparán de generar las condiciones para alcanzar una existencia satisfactoria para tod@s.
Libertad, Igualdad y Fraternidad son ideas, y se puede especular hasta la saciedad con ellas en tanto tales.
No son los sistemas ideológicos los que nos permitirán como Ciudadan@s construir una existencia satisfactoria para tod@s.
Aún menos siguiendo las ideas de alguien más.
Las personas estamos vivas primero desde nuestras emociones y sentimientos, desde nuestros instintos, desde nuestro espíritu.
Las ideaciones de cada quien son posteriores, tienen lugar una vez que vivimos, por tanto, la organización de los Pueblos -sin la forzada mediación de la clase política- pasa por nuestro reconocimiento recíproco de seres vivos semejantes, iguales en esencia y diversos en expresión, libres por naturaleza y, ciertamente, herman@s.
Carlos Ramón.
(del 14/12/16)
Blog de Carlos Ramón 