En mi opinión, el golpe de estado en curso no será detenido esta vez por las FF. AA. Y como suelo hacer, fundamento mis opiniones en la observación de los propios hechos que están a la vista de cualquiera que quiera ver, por cuanto los hechos describen la imperturbable realidad y en tal sentido, constituyen evidencia.
¿Cuáles hechos?, pues aunque me parece tan evidente, que reiterarlos es un insulto a la inteligencia de toda persona educada y de pensamiento libre, sólo mencionaré la actitud y conducta militar de obedecer órdenes inconstitucionales y que vulneran la propia naturaleza y obligaciones de las fuerzas armadas, que pertenecen a la Ciudadanía. Órdenes emanadas de algún funcionario de la Administración, cuya principal función es la de servir a los Ciudadanos.
Órdenes estúpidas y contrarias al interés y a la seguridad de los Ciudadanos. Tales como dejar actuar a las organizaciones armadas del narco-terrorismo en el sur o permitir que miles de extranjeros ingresen ilegalmente en el extremo norte de Chile. Sin excusa válida, pues toda persona que usa su inteligencia sabe que nadie está obligado a obedecer una orden -ni siquiera una ley- que va en sentido contrario a la protección de los Ciudadanos, porque cuando se da ese escenario, estamos en presencia de una Dictadura.
El mejor ejemplo es la Dictadura de la ONU en Chile ejecutada con la excusa del CoViD, a través de sus activos locales Bachelet, Piñera y Boric, más toda la mafia de jueces, ministros, subsecretarios, médicos, personal sanitario, abogados, medios masivos de desinformación y cuantos han aceptado y apoyado la Agenda 2030, de orientación genocida.
El golpe de estado que la ONU está ejecutando en Chile, a través de sus esbirros del Cártel político criollo, consiste como sabemos, en ignorar el resultado del plebiscito del 4 de Septiembre de 2022 en que casi 8 millones de Ciudadanos rechazamos el intento onunista de instalarnos una constitución destinada a hacernos desaparecer como Nación, para terminar de entregarnos al arbitrio y control absoluto de la pequeña y poderosa mafia del Globalismo Kásaro Atlantista.
Nadie actuará por nosotros.
Deberemos ser nosotros mismos nuevamente, tal como hicimos el domingo 4 de Septiembre, quienes salgamos a las calles masivamente a decir ¡NO! a su intento de iniciar un nuevo proceso constituyente.
Ya hemos hablado y lo hemos dicho fuerte y claro.
Ninguna constitución es perfecta y la que tenemos -aunque ha funcionado bastante bien- puede continuar siendo perfeccionada en el tiempo, sin por ello detener el desarrollo del país ni dejar de atender la enorme lista de prioridades que nuestra Nación tiene, para mejorar paulatinamente sus condiciones de vida.
Nuestra disyuntiva no es “izquierda” o “derecha”. Insisto. Esa dicotomía creada por el mismo Poder temporal que hoy asalta las Naciones desde estructuras organizacionales que nadie ha elegido, y de la cual han hecho uso exitoso por más de dos siglos, ha muerto. Sólo continúa siendo usada por inercia, y porque en los niveles medios de la estructura dictatorial planetaria aún no consiguen ponerse de acuerdo para defenestrarla definitivamente.